Cuidarnos para cuidar, desde hace unos años, este aspecto lleva ganando terreno y calando cada vez más en todos nosotros. Mucho antes de la pandemia estaba en auge practicar algún deporte, incluso aquellos que nunca se lo habían planteado ya empezaban simplemente a salir a correr. Parece que cada vez se hace más consciente en nosotros la importancia de cuidarnos. Queremos estar bien y disfrutar de la vida con más calidad, que para mí es lo ideal.
Lo importante depende de la circunstancia
Ahora y con la Covid-19 esta tarea la tenemos que realizar con más ímpetu y esforzarnos por cuidarnos, esto implica cuidar a los demás a raíz de nuestro propio cuidado. Parece mentira, cuanto más independientes y autosuficientes queremos ser nos llega un bichito y de algún modo pone de manifiesto lo que nos necesitamos unos a otros. Es como si nos dijera: si queréis vencerme, tenéis que permanecer unidos.
Siempre he creído que nadie podría subsistir solo del todo, hay momentos que se necesita de otros constantemente por una cosa o por otra y aunque sus servicios tengamos que pagarlos.
La salud es para mí la mayor de las riquezas, siendo la base fundamental la que menos hemos de descuidar. Si esto falla ya empieza a caer el gran proyecto de nuestra vida. Tal y como lo concebimos si nos damos cuenta, todo depende siempre de nuestro estado de salud.
El equilibrio no sólo depende de una buena dieta
Desde mi punto de vista personal, no existe nada más deteriorante para la salud como los puntos más extremos y son los extremos convertidos en malos hábitos. Alargados en el tiempo acaban destruyendo lo que pudo ser en mi vida si me hubiese cuidado, a lo que ya no puede ser, por llevar mi salud a los extremos.
Por ejemplo: consumir alcohol no tiene que dañar mi salud, por supuesto que no. Pero si el placer de beber me atrapa hasta el punto de beber todos los días, ya me he situado al extremo de una balanza. Estoy envenenando mi salud.
Ser realista y equilibrado hasta en nuestra forma de pensar conlleva también a nuestra manera de actuar, de vivir y de cuidarnos. Valoramos nuestra vida y por ello valoramos la vida de los demás.
Con nuestro cuidado personal aportamos salud y la salud aporta vida. Al cuidar a los demás, de algún modo nos estamos cuidando a nosotros mismos. Ponernos guapas y guapos es fundamental, nuestro exterior habla de nuestra interioridad.
Los 7 hábitos saludables y sus beneficios
Pensar en llevar una vida saludable nos puede parecer un reto casi inasumible. El estrés del día a día nos exige llevar unos ritmos y unas cargas de trabajo tan intensas, que nos parece imposible dedicarnos tiempo para cuidarnos y querernos. En realidad, cuidar nuestra salud no es tan exigente ni complicado como pueda parecer. Con sólo marcarnos unas pequeñas rutinas, podemos notar grandes beneficios para nuestro día a día. Aquí encontrarás los 7 hábitos saludables que puedes empezar a introducir en tu rutina diaria y cuáles son sus beneficios más directos.
1. Aliméntate de forma sana y equilibrada
La alimentación es uno de los pilares fundamentales de nuestra salud. La dieta mediterránea es considerada una de las más saludables por ser variada y bien equilibrada. Una buena dieta previene el sobrepeso, enfermedades cardiovasculares y otras derivadas, además de ofrecer una mayor longevidad con calidad de vida. En definitiva, las personas que se alimentan adecuadamente consiguen una mejor imagen física, mejorando también su piel y cabello.
Según los expertos es importante comer unas 5 veces al día pero sin excederse en las cantidades. Hay que comer hidratos de carbono (cereales, pan, patatas y otros tubérculos) en gran cantidad para tener energía y sobrellevar el día. Además de frutas, verduras, hortalizas, más un poco de lácteos a diario y en menor cantidad, las carnes, pescados, huevos y legumbres. Es importante recordar que las comidas precocinadas suelen llevar más conservantes y aditivos, así que es preferible cocinar con productos frescos siempre que sea posible. Sin olvidar que es importante evitar los hábitos tóxicos como fumar, beber alcohol o consumir drogas.
Una recomendación para ayudarte a comer bien.
Aquí tienes una joya en la nutrición, un libro interesante donde encontrarás la verdad sobre comer bien y el autor se llama Miguel Jara.
Breve introducción:
2. Hidrátate regularmente
Nuestro cuerpo está compuesto de un 70% de agua, eso significa que hidratarnos es importantísimo para mantener nuestros órganos ejerciendo sus funciones vitales con regularidad. Todos los órganos y tejidos necesitan el agua para lubricarse, operar, mantenerse sanos y eliminar las toxinas y los residuos de nuestro interior.
3. Cuida diariamente tu higiene y tu salud mental
Es evidente que cuidar nuestra higiene corporal es importante para mantener nuestro cuerpo sano físicamente, pero ¡también es importante para nuestra salud mental!. Ducharnos regularmente, limpiarnos los dientes, tener las uñas cortas y arregladas y el pelo desenredado, es una forma muy fácil de «resetear» nuestro estado de ánimo. A menudo, cuando tenemos poco tiempo o estamos en una situación difícil en nuestra vida, podemos dejar de ducharnos tan regularmente y hasta olvidamos peinarnos a diario. Eso hace que se nos acumule la sensación de dejadez en nuestro cuerpo, convirtiéndose en una carga anímica más.
4. Ejercítate diariamente
El ejercicio es una de las actividades más difíciles de mantener en el tiempo. Muchas veces no tenemos tiempo para salir a correr o dinero para pagar un gimnasio pero no somos conscientes de que no hace falta tanto para mantenernos en forma. Varios estudios demuestran que tan solo caminar enérgicamente durante media hora al día, podemos mantener bajo control nuestra tensión arterial, el colesterol y la glucosa en sangre como mínimo. Convierte tus acciones obligatorias en caminatas energizantes: lleva a tus hijos al colegio andando en vez de en coche o vete en bicicleta al trabajo en lugar de coger el autobús. Son pequeños cambios en tu vida que beneficiarán varios aspectos de tu salud, así reducirás el peso, ejercitarás los músculos, las articulaciones y mejorarás tu acción respiratoria.
5. Mantén una postura adecuada en el trabajo
Estar las 8 horas diarias en el trabajo con una mala postura puede acabar afectando a nuestros huesos, articulaciones y musculatura. Asegúrate de pasar la mayor parte del tiempo en un ambiente relajado, cómodo y adecuado para tu salud.
6. Crea tus hábitos de sueño y descanso
A menudo ignoramos la recomendación de los expertos de dormir mínimo 8 unas horas diarias y no podemos pasarlo por alto, porque descansar adecuadamente recarga nuestros niveles de energía y rendimiento general para afrontar bien el día siguiente. Es importante crear patrones de sueño y descanso: márcate unos horarios fijos, deja el móvil y las pantallas un par de horas antes de acostarte y cena ligero para facilitar la digestión nocturna.
7. Márcate rutinas
Una de las razones principales por las que solemos tener la sensación de no tener tiempo, es porque no tenemos unas buenas rutinas bien establecidas. Eso pasa mucho, especialmente, a todas aquellas personas que trabajan desde casa: organizar bien el tiempo, no trabajar de menos (¡pero tampoco de más!) y no olvidarse de salir a caminar o socializar son las principales dificultades. Establece el tiempo que dedicarás al trabajo, a la productividad y la creatividad. También es importante determinar las horas necesarias para dormir, comer y mantener una buena higiene y sobre todo, no te olvides de las pausas para descansar y el tiempo de ocio, paseo, deporte o socialización. Una vez tengas preparado un horario, podrás dedicarte a cada una de las actividades (descanso, ocio e higiene personal) sin que tu mente se vea ocupada por el trabajo, el estrés o las demás actividades.
¡Nunca olvides que tu propia salud empieza en ti!

Hola, es cierto como comienzas, «cuidarnos para cuidar»……eso resume lo importante que es en nuestra vida y todo lo que cuentas. Gracias por los consejos
Muchas gracias Raúl, por tu comentario.